Encefalopatía hepática en perros y gatos (I)
Resumen de todo lo que necesitas saber sobre este síndrome.
¡Hola! 👋
Comparto contigo la primera parte de este resumen sobre la encefalopatía hepática en perros y gatos🤓
Introducción 📝
La encefalopatía hepática (EH) representa un síndrome definido como un “espectro de anomalías neuropsiquiátricas observadas en pacientes con disfunción hepática después de excluir otras enfermedades cerebrales conocidas”.
Este síndrome se describió por primera vez hace más de cien años tras alimentar con carne a perros con “fístulas de Eck” (anastomosis portocava creada quirúrgicamente seguida de ligadura de la vena porta), lo que llevó al uso del término "encefalopatía de la carne".
Aunque se han hecho grandes avances en la comprensión de la etiopatogenia y las características clínicas, todavía existen vacíos por completar.
En perros, la EH se atribuye frecuentemente a una derivación portosistémica (congénita o adquirida/s) debido a hipertensión portal.
En gatos, la EH generalmente se asocia con la presencia de derivaciones portosistémicas o deficiencia de arginina secundaria a lipidosis hepática.
La EH no es un diagnóstico poco común en ambas especies.
En un estudio retrospectivo reciente, el 68% de los perros sometidos a atenuación quirúrgica de un solo shunt congénito tenían anomalías neurológicas preoperatorias.
En otro estudio, el 70% de los gatos con shunts congénitos sometidos a atenuación quirúrgica presentaban ptialismo y el 44% tenían signos episódicos compatibles con encefalopatía.
Los signos clínicos pueden variar, desde manifestaciones leves como apatía y obnubilación mental, hasta convulsiones, coma e incluso la muerte.
Clasificación
La EH se divide en 3 subtipos según la etiología.
Tipo A, debida a una insuficiencia hepática aguda en ausencia de enfermedad hepática preexistente.
Tipo B, asociada a derivación portosistémica sin enfermedad hepatocelular intrínseca (ej. shunt portosistémico congénito).
Tipo C, asociada a enfermedad hepática intrínseca crónica e hipertensión portal, o a una derivación portosistémica adquirida.
En medicina humana, la EH se clasifica según su gravedad (ver tabla adjunta).
En perros y gatos, empleamos esquemas de clasificación de gravedad similares.
Destacar que, por motivos obvios, no es posible realizar pruebas psicométricas para diagnosticar la EH encubierta / mínima en perros y gatos, aunque es probable que también sufran estas formas más leves de la enfermedad.
Tabla adaptada de “Lidbury et al. Hepatic encephalopathy in dogs and cats 2016
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