Consenso: diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal aguda en perros y gatos (IV)
Resumen de todo lo que necesitas saber sobre la enfermedad renal aguda en perros y gatos.
¡Hola! 👋
Seguimos con el resumen de la cuarta parte, concretamente con las manifestaciones extra-renales de la enfermedad renal aguda 🤓
Manifestaciones extra-renales de la ERA
Gastrointestinal
Declaración:
“Las alteraciones gastrointestinales inducidas por uremia son frecuentes durante la ERA y deben tratarse con terapia de soporte y sintomática (ej. agentes antieméticos, procinéticos y gastroprotectores) con el objetivo de aliviar el malestar, controlar los vómitos y el sangrado gástrico cuando estén presentes, fomentar la ingesta voluntaria de alimentos y permitir la nutrición enteral”
100% acuerdo.
La uremia típicamente causa signos gastrointestinales que incluyen: náuseas, vómitos, diarrea, anorexia, ulceraciones gastrointestinales y orales, con glositis y estomatitis, y halitosis.
Los signos clínicos y las consecuencias de la uremia tienen un impacto significativo en el bienestar, impidiendo la ingesta voluntaria de alimentos en un animal ya catabólico.
Los vómitos y diarreas continuos pueden contribuir a la pérdida continua de líquidos y, en consecuencia, contribuir a la progresión y perpetuación de la ERA.
El vómito puede llevar a esofagitis, resultando en regurgitación, megaesófago y riesgo de neumonía por aspiración.
La ulceración gastrointestinal puede llevar a una pérdida significativa de sangre y contribuir al desarrollo de anemia, por lo tanto, debe ser abordada.
El uso de inhibidores de la bomba de protones (ej. omeprazol) ha reemplazado progresivamente a los bloqueantes H2.
Para la terapia anti-emética / náuseas, puede ser necesario un enfoque multimodal, dependiendo de la gravedad de los signos clínicos, pudiendo incluir un antagonista de los receptores de serotonina 5-HT3 (ej. ondansetrón), un antagonista de los receptores de dopamina (ej. metoclopramida), y / o un antagonista de los receptores de neuroquinina-1 (ej. maropitant).
Pancreatitis y daño hepático
Declaración:
“La pancreatitis y la ERA a menudo coexisten y pueden exacerbarse mutuamente. Por lo tanto, los animales con vómitos profusos, efusión y/o dolor abdominal deben ser evaluados para investigar la presencia de pancreatitis. Aunque la mayoría de las intervenciones terapéuticas en animales urémicos son comunes al manejo de la pancreatitis, se debe prestar especial consideración al manejo dietético (ej. evitar dietas altas en grasas)”
100% acuerdo.
La pancreatitis se ha documentado entre un 22% y 62% de los perros con ERA.
Puede ser una manifestación de ERA debido a la hipoperfusión, sobrecarga de volumen y la inflamación sistémica, o consecuencia yatrogénica de una dieta de soporte renal alta en grasas (la cual debe evitarse en el contexto agudo de perros con ERA y pancreatitis).
Los posibles factores contribuyentes deben ser corregidos tan pronto como sea posible.
La pancreatitis severa también puede causar ERA, probablemente asociada con daño renal inflamatorio asociado al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, hipoperfusión o coagulopatía.
El diagnóstico de pancreatitis puede ser complejo, particularmente debido a que un páncreas edematoso secundario a sobrecarga de volumen puede ser malinterpretado como pancreatitis.
La disfunción hepática en perros y gatos con ERA está generalmente asociada a la etiología subyacente (ej. leptospirosis, sepsis, tóxicos).
En casos severos, puede necesitar ser abordada terapéuticamente como una entidad separada (ej. coleréticos, hepatoprotectores), mientras que en la mayoría de los perros con leptospirosis se necesita poco o ningún tratamiento adicional.
Arritmias
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